La de ayer fue una jornada de demostración de que no, no nos representan. De que millones de ciudadanos y ciudadanas de toda España no se sienten representados por unos partidos que, una legislatura tras otra consiguen sus votos a base de mentiras. Mienten, y ante la reacción ciudadana, reprimen. Y se aíslan.

 Triste espectáculo el de ver el Congreso de los Diputados separado, lleva meses así, de la ciudadanía. Porque lo llaman democracia y no lo es.

 La Jornada de protesta del 25 de septiembre acabó con 28 detenidos y 64 heridos, uno de ellos de gravedad. Una jornada cargada de indignación, pero pacífica. Como tantas otras. Hasta que la policía, a las 7 de la tarde, comenzó sus cargas contra los miles de personas que querían gritar a su señorías, desde muy cerca, que no, que no nos representan, que no. Hombres y mujeres de todas las condiciones y edades que querían ejercer su derecho a expresar, bien alto, su opinión.

28 detenidos, entre ellos Miguel Quinteiro, militante de la organización Attac en Galicia (en la foto). Attac exige su liberación inmediata, y la de todos los detenidos por expresar libre y democráticamente su indignación ante el gran engaño del Congreso de los Diputados y del Senado, en los que residen todas las soberanías, menos la única legítima, la del pueblo español.