Desmantelan nuestros Servicios Públicos y Sociales, nuestro Miniestar Carmen Esbrí. Coordinadora Observatorio de los SSPP. Attac Madrid La locura se ha instalado en la Moncloa de la mano de Mariano Rajoy; una locura sin alma. Viernes tras viernes el gobierno de la nación (¿de cual?), se ha ido acercando a zancadas al límite mínimo que marca una […]
Desmantelan nuestros Servicios Públicos y Sociales, nuestro Miniestar
Carmen Esbrí. Coordinadora Observatorio de los SSPP. Attac Madrid
La locura se ha instalado en la Moncloa de la mano de Mariano Rajoy; una locura sin alma. Viernes tras viernes el gobierno de la nación (¿de cual?), se ha ido acercando a zancadas al límite mínimo que marca una democracia hasta transgredir esa línea roja que la separa de la dictadura. Viernes tras viernes, esperamos nuestra última sentencia como ciudadanos con derechos viendo cómo se hacen realidad, mentira tras mentira, las premisas de una ideología que ha dado la cara como modelo irreverente para desarrollar el avance del país con procedimientos justos, igualitarios y de progreso.
No vale la permanente alusión a la herencia recibida, que conocía bien cuando presentó su contrato político en las últimas elecciones; formaba parte de toda ella. Ese contrato, el de Rajoy, se ha destapado como una pura farsa para tomar el poder y continuar con el modelo importado que tanto daño ha hecho y que nos está dejando en la más absoluta de las desnudeces, sociales, laborales, ecológicas y de valores; con ello está generando aún mayor desafecto por el ámbito político e incitando a gestar modelos al margen de un orden establecido.
La locura de Rajoy está haciendo que el país arda por los cuatro costados con bengalas prendidas por sus decretos, su ineficacia, su venta descarada a los poderes extrafronteras, su deseo siempre insatisfecho de estar por encima del pueblo, porque se cree amo y se siente en el cielo como divinidad, no sabemos de qué creencia; incluso la católica ya se ha manifestado hace pocos días en contra de tanto desatino contra la vida de las personas; una vida que implica nacer y llegar a morir con dignidad e integridad. Es incoherente que, mientras permanentemente hablan de vida él y los suyos, sólo aluden a ella en defensa de marcar su modelo a costa de los demás, porque la vida no les importa nada; no se acuerdan de los niños nacidos en riesgo de exclusión, de sus estudios y enseñanzas, de los riesgos de su salud; de la de sus abuelos y abuelas; de los padres pidiendo trabajo y de sus madres desangeladas, sin poder trabajar fuera, pero sometidas a todo y a todos; no se acuerdan de la vida de las personas, ni de cómo las echan de sus casas incluso de pisos dependientes de organismos públicos que tiene carácter social y que ellos también gobiernan.
No les importa nada, sino la cuenta corriente de quienes, con su intención esclavista y su mercadeo de cautiverio en servicios vitales privatizados, van a engordarla; no se acuerdan de sus promesas salvadoras. La locura de Rajoy ha destrozado lo poco que había de Bienestar y el algo más que había de Estado. Acompaño la penúltima sentencia, Real Decreto Ley 20/2012, publicada el pasado viernes 14 de julio; una sentencia que, con la excusa de garantizar la estabilidad presupuestaria y el aumento de la competitividad, va a lograr detraer aún más la vida de todos nosotros, los ciudadanos. Unos ciudadanos a los que los recortes explicitados en este edicto, nacido de la arbitrariedad, atacan con saña y cuanto más vulnerables más; y esto no queda aquí, lo que esperamos llegó y se publicó en nuestro BOE de nuevo; una nueva sentencia que marcará nuevos e inaguantables hostigamiento y sobre la que hablaremos. Y yo me pregunto: ¿si muchos hemos aportado alternativas serias económicas y políticas para evitar estos atropellos a las personas, no será que el primer diagnóstico falle y no sea locura, sino que simplemente se trate de perversión? .
ATTAC Madrid no se identifica necesariamente con los contenidos publicados, excepto cuando son firmados por la propia organización
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